
Tápers: cuándo debes renovarlos
Hay que tener en cuenta que los tápers son recipientes de gran durabilidad y muy útiles en la cocina, pero al estar fabricados con materiales plásticos, poco a poco se irán deteriorando con el paso del tiempo. Por ello vamos a hacer un pequeño resumen que os ayudará a saber cuándo hay que renovar un táper.
Los olores, un indicativo de que el táper se ha deteriorado
Con el paso de los años y el uso, hay algunos materiales que poco a poco se van deteriorando, y una de las cosas que pueden ocurrir es que su superficie comience a ser algo más porosa.
De esta manera, los alimentos se irán introduciendo dentro de estos poros, con lo cual, cada vez resultará más complicado poder eliminar por completo los olores de comidas anteriores.
Si presenta deformaciones
Muy especialmente si sometemos el material de los táperes a temperaturas elevadas o por encima de aquellas para las que están diseñados, nos podemos encontrar con que se van produciendo deformaciones.
Esto evidentemente también ocurre por el uso, de manera que, poco a poco, el recipiente va alterando su forma, perdiendo sus cualidades originales e incluso dificultando el cierre la tapa.
El cambio de color, otro de los rasgos del deterioro de los tápers
Al igual que ocurre con los olores, el deterioro de los materiales y el aumento de porosidad, también influirán en el cambio de color de los tuppers.
Esto hace que los alimentos se adhieran más a la superficie, de manera que, poco a poco, también se irán tiñendo muy especialmente si se utilizan aceites o alimentos con una fuerte coloración.
Las grietas y los roces estropearán la función de los táperes
Si observamos que aparecen pequeñas grietas en los tápers, generalmente se va a deber a que ha sido sometido a un cambio físico que ha alterado la consistencia original del material.
Esto puede dar lugar a un endurecimiento de su estructura, el cual acaba desembocando en grietas, además de que también el uso continuado supone que, sin darnos cuenta, lo rocemos, le demos golpes o en general reciban un trato que haga que aparezcan alteraciones en su superficie.
Pérdida de la consistencia
La textura de los tápers también se puede ver afectada, es decir, un plástico que a priori era rígido, poco a poco puede ir aumentando su flexibilidad, o incluso un material que era flexible, se va endureciendo y tiende a debilitarse y en ocasiones a laminarse.
Para evitar el deterioro de los tápers, es importante que conozcamos el material en que están fabricados, de manera que sigamos unas pautas muy sencillas que eviten someterlos a situaciones que puedan acelerar la aparición de desperfectos como pueden ser las altas temperaturas, su uso en el lavavajillas, golpes y torceduras, raspones y en general cualquier otro efecto sobre ellos que acorte su vida útil.